Rodar acompañado

Salir solo tiene sus ventajas y sus desventajas, pero aquí os voy a hablar de cuando salimos acompañados.

El pasado Domingo Luis me invitó a salir con su grupo en el Temis a las 09.00h, había llovido la noche anterior y se habló de salir por la montaña pero cuando me levanté y vi todo mojado si por mi fuera no hubiera salido, así que como ya había quedado, "tenía" que salir, y digo tenía entre comillas porque en ese momento no me apetecía en absoluto (ventaja 1). Una vez enfundado en el traje me dirigí al Temis, donde saludé a Juanma, Suso, Luis que ya los conocía de otras rutas, y a varios más que no conocía (lo siento chicos, soy pésimo para los nombres), en total unos 10 ciclistas.

La mañana estaba húmeda, muy húmeda, las ruedas salpicaban mucha agua a pesar de un cielo despejado aunque eso sí, todo esto acompañado de un vendaval curioso que nos hizo llegar a Sierra de Fuentes en tan solo 15 minutos.

Lo bueno que tiene salir acompañado es que si sabes que uno tiene un buen ritmo, ese día vas a hacer un buen entreno (ventaja 2), todo el mundo se pica y eso es lo mejor para progresar, para fortalecer las piernas y para salir de la monotonía que uno mismo genera al salir solo.

Se deciden varias rutas durante la marcha, se para, se comenta, se ríe y se disfruta del deporte, se hacen nuevos amigos y se aprenden nuevos senderos (ventajas 3, 4, 5, 6 y 7).

A mí personalmente me gusta salir solo, no me aburro, hago mis propias aventuras, pero también me gusta salir con gente, compartir tu deporte favorito, poder comentarlo, echar unas risas, conocer nuevas técnicas, aprender de los que son mejores que tú y sobre todo, disfrutar de las buenas personas.